Continuamos profundizando en las imágenes simbólicas con las que santa Margarita Mª nos comunica su propia experiencia, su forma de mirar, conocer, amar al Señor, vivir de Él y en Él en su Sagrado Corazón: 

4. Tesoro escondido, océano sin límite: “Es un tesoro escondido e infinito, que no quiere sino manifestarse a nosotros, repartirse y distribuirse para enriquecer a los verdaderos pobres”. ¿Cuáles son las dimensiones de este Corazón? La realidad que percibe santa Margarita nos hace recordar a san Pablo: “es un océano sin límite, un abismo de toda suerte de bienes”, y “un abismo sin fondo”.
5. Abismo de Amor: Un día Jesús pidió a santa Margarita que mirara la abertura de su Costado y le dijo: “Aquí hay un abismo sin fondo, abierto por una flecha sin medida, que es la del amor”. Y la misma santa explica: “Este divino Corazón es un abismo de todo bien, donde los pobres deben abismar sus necesidades; un abismo de alegría, donde debemos abismar todas nuestras tristezas; un abismo de humillación para nuestro orgullo; un abismo de Misericordia, un abismo de AMOR, donde tenemos que abismar todas nuestras miserias”.
6. Canal de las misericordias, hoguera, crisol: “En este Corazón hay tres canales que manan sin cesar: el primero de Misericordia para con los pecadores…; el segundo es el de caridad, que se extiende sobre quienes tienen alguna necesidad y particularmente sobre los que tienden a la perfección; del tercero brotan el amor y la luz para los amigos perfectos que Él quiere unir a Sí, para comunicarles su ciencia y sus deseos”.  

Cristo recuerda a todos los hombres que Él los ama y que todos están llamados al Amor. Dice Margarita Mª: “Nuestro corazón está hecho para Dios; estando hecho para lo divino, no puede tener reposo cuando hay mezcla de otra cosa. Desgraciado – nuestro corazón – si se contenta con menos de Dios”. A nosotros nos toca responder a la llamada. Como dice santa Margarita,“Las gracias no faltarán. Él espera de nosotros una fiel correspondencia en retorno a su gran amor”. ¿Y cómo amar al Amor? También Margarita nos cuenta su propia experiencia: “Se me presentó mi Señor descubriéndome su Corazón lleno de amor y me dijo: Este es el Maestro que te doy. Él te enseñará todo lo que debes hacer por mi amor”.  

Señor, concédeme la Gracia de sumergir toda mi miseria en el abismo de tu Corazón misericordioso. Porque no quiero contentarme con nada ni vivir nada que no seas Tú. 

JESÚS, MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN, HAZ MI CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO. 

Compositor e intérprete de la canción: Javier Salvado Romero.