La espiritualidad del Corazón de Jesús nos enseña que Dios sale a nuestro encuentro en el Hombre-Cristo Jesús, de Corazón abierto. Se nos acerca para señalarnos el mejor camino para comunicarnos con Él: EL AMOR
Nos presenta Su Corazón como Fuente de Agua Viva.
Podemos meditar la carta al P. Kolvenbach, Prepósito General de la Compañía de Jesús, que envió Su Santidad Benedicto XVI, con motivo del 50 aniversario de la encíclica «Haurietis aquas».

Promesas del Sagrado Corazón de Jesús

1.- Les daré todas las gracias necesarias en su estado de vida.
2.- Estableceré la paz en sus hogares.
3.- Los consolaré en todas sus aflicciones.
4.- Seré su refugio en su vida y sobre todo en la muerte.
5.- Bendeciré grandemente todas sus empresas.
6.- Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.
7.- Las almas tibias crecerán en fervor.
8.- Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfección.
9.- Bendeciré el hogar o sitio donde esté expuesto Mi Corazón y sea honrado.
10.- Daré a los sacerdotes el don de tocar a los corazones más empedernidos.
11.- Los que propaguen esta devoción, tendrán sus nombres escritos en Mi Corazón, y de El,
nunca serán borrados.
12.- Nueve primeros viernes: Yo les prometo, en el exceso de la infinita misericordia de mi
Corazón, que Mi amor todopoderoso le concederá a todos aquellos que comulguen nueve
primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán, en desgracia ni
sin recibir los sacramentos; Mi divino Corazón será su refugio seguro en este último momento.

Ofrecimiento diario

Ven Espíritu Santo
inflama nuestros corazones
en las ansias redentoras del Corazón de Cristo
para que ofrezcamos de veras
nuestras personas y obras
en unión con Él
por la redención del mundo

Señor mío y Dios mío Jesucristo
Por el Corazón Inmaculado de María
me consagro a tu Corazón
y me ofrezco contigo al Padre
en tu Santo Sacrificio del altar
con mi oración y mi trabajo
sufrimientos y alegrías de hoy
en reparación de nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu Reino

Te pido en especial
Por el Papa y sus intenciones
Por nuestro Obispo y sus intenciones
Por nuestro Párroco y sus intenciones

Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo,
herido por nuestros pecados,
has depositado infinitos tesoros de caridad;
te pedimos que,
al rendirle el homenaje de nuestro amor,
le ofrezcamos una cumplida reparación.
Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame
Cuerpo de Cristo, sálvame
Sangre de Cristo, embriágame
Agua del costado de Cristo, lávame
Pasión de Cristo, confórtame
¡Oh, buen Jesús!, óyeme
Dentro de tus llagas, escóndeme
No permitas que me aparte de Ti
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame
Y mándame ir a Ti
Para que con tus santos te alabe
Por los siglos de los siglos. Amén

ORACIÓN DE SAN IGANCIO

Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de todo
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que ésta me basta. Amén.

Santa Margarita Mª de Alacoque

PRIMERA CONSAGRACION AL CORAZÓN DE JESÚS
Santa Margarita María de Alacoque
Yo N. N., me dedico y consagro al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo, le entrego mi persona y mi vida, mis acciones, penas y sufrimientos, para no querer servirme de ninguna parte de mi ser sino para honrarle, amarle y glorificarle. Esta es mi voluntad irrevocable: ser toda de El y hacerlo todo por su amor, renunciando de todo corazón a todo cuanto pueda disgustarle.
Te tomo, pues, Corazón divino por el único objeto de mi amor, el protector de mi vida, la seguridad de mi salvación, el remedio de mi fragilidad y de mi inconstancia, reparador de todas las faltas de mi vida, y mi asilo en la hora de la muerte.
Sé, por tanto, Corazón bondadoso, mi justificación para con Dios Padre, y aleja de mi los rayos de su justa indignación. Corazón de amor, en ti pongo toda mi confianza, pues aunque todo lo temo de mi debilidad, todo lo espero de tu bondad. Consume, pues, en mí todo lo que pueda desagradarte o resistirte. Que Tu amor se imprima tan profundamente en mi corazón que no pueda jamás olvidarte, ni verme separada de ti. Te ruego encarecidamente, por tu bondad, que mi nombre esté escrito en ti, pues yo quiero construir toda mi dicha y mi gloria en vivir y morir como esclava tuya. Amen.

San Claudio de la Colombière, S.J.

San Claudio de la Colombiere

ACTO DE LA CONFIANZA

Dios mío, estoy tan persuadido de que veláis sobre todos los que en Vos esperan y de que nada puede faltar a quien de Vos aguarda toda las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno, descargando sobre Vos todas mis inquietudes. Mas yo dormiré en paz y descansaré; porque Tú ¡Oh Señor! Y sólo Tú, has asegurado mi esperanza.

Los hombres pueden despojarme de los bienes y de la reputación; las enfermedades pueden quitarme las fuerzas y los medios de serviros; yo mismo puedo perder vuestra gracia por el pecado; pero no perderé mi esperanza; la conservaré hasta el último instante de mi vida y serán inútiles todos los esfuerzos de los demonios del infierno para arrancármela. Dormiré y descansaré en paz.

Que otros esperen su felicidad de su riqueza o de sus talentos; que se apoyen sobre la inocencia de su vida, o sobre el rigor de su penitencia, o sobre el número de sus buenas obras, o sobre el fervor de sus oraciones. En cuanto a mí, Señor, toda mi confianza es mi confianza misma. Porque Tú, Señor, solo Tú, has asegurado mi esperanza.

A nadie engañó esta confianza. Ninguno de los que han esperado en el Señor ha quedado frustrado en su confianza.

Por tanto, estoy seguro de que seré eternamente feliz, porque firmemente espero serlo y porque de Vos ¡Oh Dios mío! Es de Quien lo espero. En Ti esperé, Señor, y jamás seré confundido.

Bien conozco ¡ah! Demasiado lo conozco, que soy frágil e inconstante; sé cuanto pueden las tentaciones contra la virtud más firme; he visto caer los astros del cielo y las columnas del firmamento; pero nada de esto puede aterrarme. Mientras mantenga firme mi esperanza, me conservaré a cubierto de todas las calamidades; y estoy seguro de esperar siempre, porque espero igualmente esta invariable esperanza.

En fin, estoy seguro de que no puedo esperar con exceso de Vos y de que conseguiré todo lo que hubiere esperado de Vos. Así, espero que me sostendréis en las más rápidas y resbaladizas pendientes, que me fortaleceréis contra los más violentos asaltos y que haréis triunfar mi flaqueza sobre mis más formidables enemigos. Espero que me amaréis siempre y que yo os amaré sin interrupción; y para llevar de una vez toda mi esperanza tan lejos como puedo llevarla, os espero a Vos mismo de Vos mismo ¡Oh Creador mío! Para el tiempo y para la eternidad. Así sea.

P. Bernardo de Hoyos, S.J.

Padre Bernardo de Hoyos

CONSAGRACION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS
Consagración realizada por Bernardo de Hoyos en 1733, según la fórmula de consagración de San Claudio de La Colombière. Bernardo de Hoyos pronunció la fórmula de consagración en latín. Aquí se muestra la traducción al castellano realizada por el P. Juan de Loyola

“¡Oh Corazón de mi amantísimo Jesús! ¡Corazón dignísimo de toda mi adoración y amor! Yo, Bernardo Francisco de Hoyos, inflamado en el deseo de compensar y borrar tantas y tan graves injurias cometidas contra vos, y para huir, cuanto está de mi parte, el vicio de ingrato, os entrego y consagro del todo mi corazón con todos sus afectos, y a mí mismo con todo cuanto soy enteramente. Protesto que es mi deseo puro y sincero olvidarme del todo desde esta hora y momento de mí mismo y de todas mis cosas, para que, quitados todos los impedimentos, pueda entrar en vuestro sacrosanto Corazón, que con singular misericordia me habéis abierto, y habitar en él vivo y muerto con vuestros fieles siervos».
“Encendido, pues, todo en vuestro amor, ofrezco gustoso a este divinísimo Corazón todo el mérito y satisfacción que puedo tener en los santos sacrificios de la misa, oraciones, obras de penitencia, humildad, obediencia y de todas las demás virtudes que ejercitare por todo el tiempo de mi vida hasta el último aliento de ella. No sólo quiero hacer todo esto en alabanza y honra del Corazón de Jesús, sino que también le pido humilde e instantemente se digne de admitir esta perfecta donación de todas mis cosas que hago a este santísimo Corazón, de suerte que pueda disponer de todas ellas a su arbitrio, aplicándolas a quien fuere servido, o destinándolas al fin que más le agradare: y cediendo a las ánimas del purgatorio toda la satisfacción que pueda tener en mis obras, deseo se las aplique según el beneplácito del Corazón de Jesús. Pero, no debiendo impedir ésta mi donación, que yo pueda ofrecer las misas y oraciones según lo pidieren algunas veces la obediencia y caridad; habiendo de valerme entonces de los bienes ajenos y que ya pertenecen al Corazón de Jesús, es mi intención que todas las obras de virtud que ejercitare entonces, queden dedicadas y consagradas al Corazón de Jesús como bienes propios suyos».
“¡Oh Corazón santísimo! enseñadme, os ruego, el camino que debo tomar para que, olvidado enteramente de mí mismo, llegue a conseguir la pureza de vuestro amor, cuyo deseo me habéis infundido. Abrásome en vehementes deseos de agradaros; pero siento que de ningún modo podré llegar a conseguir lo que deseo sin aquel gran auxilio que vos solamente podéis darme. Perfeccionad, pues, en mí ¡Oh Corazón santísimo! todo lo que os es agradable y conforme a vuestra voluntad. Conozco ciertamente que yo repugno y resisto; pero, si no me engaño, no quisiera resistir: a vos os toca dar y perfeccionarlo todo. A vos sólo ¡Oh Corazón santísimo! se deberá toda la gloria de mi santidad, si mereciere finalmente el conseguirla: ni yo quiero aspirar en adelante a la misma santidad con otro fin sino el de vuestra gloria y alabanza: Amen.

Valladolid, el viernes después de la octava del Corpus, 12 de Junio del año de 1733

Querido y amantísimo discípulo del Corazón sacrosanto de Jesús, Bernardo Francisco de Hoyos.”

Letanías del Corazón de Jesús

Historia

La Letanía del Corazón de Jesús fué aprobada por el Papa León XIII, el 2 de abril de 1899 y reconocida como una oración litúrgica oficial para la Iglesia Universal.
Tiene 33 invocaciones en honor a los 33 años de la vida de nuestro Señor en la tierra.
Podemos decir que la Letanía que nosotros rezamos hoy en día es casi la misma que Santa Margarita María solía rezar. ella tenía la costumbre de rezarlas frecuentemente.

Letanías del Corazón de Jesús

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
(A las siguientes invocaciones se responde:
«TEN PIEDAD DE NOSOTROS»)
Dios, Padre Celestial, -…
Dios Hijo, Redentor del mundo, -…
Dios, Espíritu Santo, -…
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios…-
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, -…
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo, …
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, …
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, …
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, …
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, …
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, …
Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, …
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, …
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,..
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,…
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo…
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios…,
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,…
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,…
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Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,…
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,…
Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría, y de la ciencia,…
Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad,…
Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace,…
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, …
Corazón de Jesús, deseado de los eternos collados, …
Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, …
Corazón de Jesús, generosos para todos los que te invocan,…
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad,…
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,…
Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados,…
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, …
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza,…
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,…
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,…
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,…
Corazón de Jesús, víctima por los pecadores, …
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan,…
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren, …
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,…
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo -perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo -ten piedad de nosotros.
Jesús, manso y humilde de Corazón -haz nuestro corazón semejante al tuyo.

Oración: Oh Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a éstos que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.