Viernes 3 de noviembre de 2023
Oración de los primeros viernes de mes | Sta. Maravillas de Jesús
«No había para mí más camino, ni me atraía tampoco»
(Sta. Maravillas de Jesús)
Continuamos avanzando en la vida de santa Maravillas de Jesús, adentrándonos en su vocación al Carmelo, y su toma de hábito y primera profesión (1919-1921).
La joven Maravillas se planteó seriamente su vocación a la muerte de su padre. Su profundo amor al Señor hizo que realizara voto perpetuo de castidad en la intimidad de su corazón el 30 de mayo de 1913, con tan sólo veintiún años.
Tras un tiempo de discernimiento, Maravillas entró en el Carmelo de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) el 12 de octubre de 1919: en adelante sería Maravillas de Jesús. Tenía 28 años y fue una noticia muy sonada en la alta sociedad de Madrid. Incluso la prensa de la época se hizo eco en sus páginas. Tomó el hábito en 1920 e hizo sus primeros votos en 1921. Tenía ya la joven carmelita mucha devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
En distintas cartas la Madre Maravillas habla del tema vocacional. Vamos a recordar alguno de sus textos: “Nada, nada bueno veo en mí; ni siquiera en mi vocación puedo ver la acción tal vez meritoria de otras almas. A mí todo, todo me lo dio hecho mi Dios. No me dio a escoger. Con infinita misericordia, al mismo tiempo que el uso de la razón, me puso en el corazón, en el entendimiento y en la voluntad, el atractivo, el deseo y la seguridad de la vida religiosa; no había para mí más camino, ni me atraía tampoco”. En otra carta afirma: “¡Qué alegría haber oído en la vida el amoroso llamamiento del Señor y haber respondido a él!”.
Todos tenemos vocación, pues el Señor nos llama a todos a la vocación universal que es la santidad. Luego tendremos que descubrir de qué modo concreto quiere que vivamos esa llamada.
Como nos dijo el Papa Benedicto XVI en la misa de imposición del palio y entrega del anillo del pescador en el inicio de su ministerio petrino (24 de abril de 2005), “¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida”. Tú que me escuchas, si sientes la llamada del Señor a ser completamente de su Corazón, en lo concreto de tu vocación, en lo concreto de cada día, ¡no le niegues tu sí!
La Madre Maravillas, en otra de sus cartas escribió: “¡Si supiesen lo que es el Señor y la felicidad de dejarlo todo por Él!”. Señor, que descubra este Amor de predilección que tiene tu Corazón sobre mi vida. Que no te niegue nada, que a todo te diga que sí. Sobre todo a dejarme amar por Ti para ser reflejo de tu Corazón en medio de este mundo que tanto lo necesita.
JESÚS, MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN, HAZ MI CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO.
Compositor e intérprete de la canción: Javier Salvado Romero.