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El regalo de ser voluntarios en el Cerro de los Ángeles

El pasado sábado 25 de noviembre, víspera de la solemnidad de Cristo Rey, tuvo lugar en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús el encuentro de voluntarios del Cerro de los Ángeles.

La jornada comenzó con un tiempo de oración en la Capilla del Santísimo de la Basílica donde se rezó con la novena al Corazón de Jesús escrita por el Beato P. Bernardo de Hoyos, primer apóstol del Corazón de Jesús en España y se leyó un texto de ‘En el Corazón de Cristo’ del P. Luis María Mendizábal.

Después de la oración, compartieron un café fraterno para acoger también a los nuevos voluntarios. A continuación, Sonsoles Martín Santamaría, la responsable de los voluntarios, hizo una exposición de los cuatro años desde que, tras la celebración del Centenario de la Consagración de España al Corazón de Jesús en 2019, se estableciera un grupo estable de voluntarios en el Cerro “con la misión de ayudar a la Diócesis de Getafe en la tarea que desarrolla de difundir la espiritualidad del Corazón de Cristo”.

 En este tiempo, se han consolidado diferentes equipos que ayudan en la Basílica, en la acogida de peregrinos, organización de itinerarios, logística y tráfico, transmisión por el canal de YouTube del Cerro de los Ángeles, oración de los primeros viernes, formación y eventos, entre otras actividades. Después del balance, se compartieron experiencias entre los asistentes destacando vivencias que han marcado en la tarea de voluntario, lo que más les gusta de su labor y lo que más les cuesta, y cómo les ayuda en su vida con Cristo. 

El encuentro continuó con una conferencia sobre los Mártires del Cerro de los Ángeles impartida por D. Manuel Vargas, vicario episcopal para el Cerro de los Ángeles. 

Vargas realizó un recorrido por la vida de los cinco mártires (Pedro Justo Dorado, Vicente de Pablo, Fidel Barrio, Blas Ciarreta y Elías Requejo) y su relación con el Cerro de los Ángeles. 

“Su amor al Corazón de Jesús, y sus ganas de cuidar el Monumento y el lugar sagrado del Cerro, les llevó a dar la vida por Él en la persecución religiosa del año 1936 al comienzo de la guerra civil” destacó el vicario, añadiendo que “ya han sido declarados siervos de Dios y podemos pedir su intercesión para ayudarnos a ser testigos de Cristo en nuestra vida cotidiana y en el momento de la Historia que nos ha tocado vivir. Sus restos se encuentran en la capilla de los Mártires de la Basílica”. 

El encuentro concluyó con la celebración de la santa Misa, en la que pudieron dar gracias al Señor por “el regalo de ser voluntarios en el Cerro de los Ángeles”.